14 de enero de 2020

14I2020

Una encrucijada posible
es aquella de encontrar el límite
entre lo susceptible de palabra y aquello que
no puede nombrarse
Cómo designar
lo que estoy pensando en este momento
con algo menos de dos mil seiscientas quince palabras
contando los espacios
las masas amorfas de ideaciones
no poder mantener viva una planta
el amor que siento
el sabor de las burbujas de la cerveza
la diferencia entre los ritmos que hacen que esté encendida
o ardiendo
la sensación de no poder decirte
esto y esto y todo esto otro
que contienen lo que pienso en la ducha
lo que pienso en la calle
lo que siento entre las sábanas
el olor del viento
el sonido del mundo
las imágenes del camino entre la vigilia y los sueños
que
(entre paréntesis)
no son sueños ya?
existe acaso el límite?
esa es
otra
encrucijada.

No hay comentarios:

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...