7 de junio de 2015

28V15

El cambio es una condición dada; la cuestión es percibirlo.
No te parece ahora que en el humo está tu enemigo invisible?
En todas las cosas, es atmosférico y te sobrevuela.

Acá donde estoy son todos pasajeros de la consciencia.
Nadie quiere animarse/arriesgarse a ser, no el piloto sino también la nave,
el aire que la contiene,  la ley de la gravedad
dentro de esta entidad fenoménica,
repentina y fugaz de la constrastación última:
la existencia de la existencia.

Porque existo y existimos en el Pleroma, fuera del Pleroma
somos el Pleroma y su contrario.
Es él y nunca nosotros, egos, la dimensión de la totalidad
porque en él está contenida también la no-existencia.
Que jamás se sabe, si es lo mismo que la nada.
La nada, la sombra de la mente. Si yo existo la nada es mi contrario.
Soy Humana, existo;
lo que no existe es la no-creación, la anti-creación
de la mente que me creó.
Soy ella, hablando por mis manos
moviendo las agujas de mi propio reloj.
Y soy yo, diferenciación, fenomenología, inconsciente.
Cómo se regresa a este mundo de las cosas,
a la parte en el Todo; en cuál Todo?
Soy la totalidad contenida en sí misma contenida en una parte de sí misma
viajando por la realidad hacia lo profundo
hacia la primera chispa del último vacío,
hacia el último margen de la primer frontera.

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...