26 de febrero de 2011

No entiendo nada. Lo único que puedo llegar a rescatar de todo esto es el hecho de comprobar que realmente pienso como actúo y hablo como pienso.
Y reacciono como se supone que voy a reaccionar aunque lo que en verdad  tenga ganas de hacer sea matar a alguien, prender fuego todo, gritar neuróticamente o algo así.
Porque no es culpa de los demás que yo sea como soy. No sé hasta qué punto está bueno eso.
Qué-se-yo.
Irónicamente, son todas mentiras.
Claramente, distinguimos el mecanismo.
Objetivamente nadie vive de esa manera.
Lógicamente, los monstruos no existen.
Solamente los que llevamos dentro.
Y proyectamos para creer
que somos mejores que ellos.

24 de febrero de 2011

Volviste un poco, con tus aires de otros aires.
Te fuiste otra vez, en vientos que no son tuyos.
¿Qué voy a reprochar de eso?
Me encanta que volar sea una necesidad en tu mundo.

22 de febrero de 2011

Solamente tengo una línea para todo lo que tengo para decir.
Siempre tengo que hablar en líneas. Expresarme en marcas. Atraparme en símbolos.
Encasillarme en una fracción codificada del cosmos
Y convertir tu nombre en una onda viajando en el aire
Tan vacía, tan simple como lo que quisiera decirte en verdad.
Te alcanza y yo no. Soy menos que eso. Pero aparezco en tu retina.
Me transformo en una línea, para el espacio y la distancia.
Una para vos que no estás.
Una para vos, que aparecés y desaparecés como el sol siempre presente.
Una para el pasado.
Una línea que describe todo lo que soy.
Y lo que fui.

20 de febrero de 2011

Cumplís otro año más y la verdad es que ya no me pone tan contenta como antes. Me hace pensar que nada, ni nadie en este caso es eterno y no, no me gusta. Me acuerdo cuando te conocí, me acuerdo de nuestro primer viaje juntas. Me acuerdo del momento en el que llegamos a casa y entraste sabiendo que ese era tu lugar. Crecí con vos y vos conmigo. Y siempre, siempre estuviste ahí. Siempre me acompañaste, sé que siempre me entendiste y siempre me sacaste una sonrisa en mis peores momentos, ésos en los que no había nadie más que vos. Aprendimos a hablar el mismo idioma. A entendernos. A necesitarnos. A saber qué le pasaba a la otra solamente con una mirada.
Ya sé que obviamente no vas a leer esto jamás, no creo que sepas siquiera qué es una computadora. Pero gracias. Gracias por aparecer en mi vida y dejarme ser parte de la tuya. Gracias por acompañarme todo este tiempo, gracias por hacer que no me sienta tan sola, gracias por ser mi amiga, mi hermana, mi compañera. Gracias por todo. Gracias por estos diez años que cumplís hoy, y gracias por los muchos años que nos quedan por recorrer.
Feliz cumpleaños! Te quiero con el alma, Pampa.

16 de febrero de 2011

Estos momentos familiares tan cándidos me hacen entender por qué estoy tan asquerosamente hastiada de estar en mi casa y por qué automáticamente me cae el humor en picada así como cierro la puerta. Necesitás hablar como el orto? Necesitás cagarte en mi evidente cara de dolor de ovarios y seguir jodiéndome con boludeces? Sobre todo luego de mandarme como una mula de carga a hacer cosas por ustedes que jamás hacen por mí y que por más estúpidas que sean, se notan cuando lo único que encontrás como respuesta son reclamos. 
Va a llegar el día en que me vaya a la mierda a hacer mi vida y quizás, sólo quizás te acuerdes que la buena onda no te la cobraban con los impuestos y que tus (muchos) errores, algunos de ellos bien grosos, jamás te los tiré en la cara para hacerte sentir como la mierda sólo porque andaba con un ataquecito de histeria sin sentido y sin pensar en lo que te pasaba, como hacés vos, sin pensar jamás que toda mi vida me banqué las consecuencias de todo lo que hiciste mal a pesar de no haber participado en las elecciones que vos sola hiciste, como quisiste, cuando quisiste. Gracias! Cada vez me siento mejor conmigo misma y peor con vos, cada vez soy más consciente de lo lejos que estamos, cada vez tengo menos ganas de volver.

15 de febrero de 2011

Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora vengo un poco de ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.

- Asunción de ti (1) - Mario Benedetti.

11 de febrero de 2011

Sé que me cuentan los días, los abrazos sin hallarte, y me recuesto en el suelo y se me eriza el pelo en sólo recordarte. Que mi almohada está llena de cuando no estabas, de canciones que nunca cantabas, de todo, de nada, de besos de esos que nunca me dabas. Y de un tiempo a esta parte decido soñarte, embrear mi camino con lodo, y cagándome en todo volar, y ya ves, despierto como me acosté.

10 de febrero de 2011

Frases sueltas aleatorias. Sobrecargan mi mente ya de por sí colapsada.
Colapsada por vos y por mí y por nadie.
Vagabundea en una frontera desdibujada de espuma y sal.
Olvidada por el sol. Olvidada por el cielo. Sepultada por la arena.
Girando, cayendo, volando, cayendo, cayendo.
Nada tiene sentido cuando pienso, nada tiene sentido en este lugar.
Sigo siendo yo y las mañanas no están de humor.
Seguís siendo vos y las noches se retuercen en un sinfín de ayeres.
Cada vez somos más nosotros y menos nuestros.
Y mi estómago rebalsa grises añorando mariposas.
¿Qué me importa si no estás? ¿Qué esperás para volver?

9 de febrero de 2011

No sé si el hecho de que mi felicidad radique en una inversión progresiva de menos de 150 mangos me hace sentir genial o absolutamente conformable.
Cómo sea, soy fe-liz, y estoy contribuyendo constantemente a sentirme todavía mejor con cada cosa que hago, lo cual tiene bastante poco sentido, creo.
Y además, lo mejor es que soy plenamente consciente de las 'partes malas' o de las cosas que no me gustan o que me gustaría cambiar o hacer que fueran de otra manera, pero puedo vivir tranquilamente con ellas, estén bajo mi control o no. Por ejemplo, ser ciclotímica, muy ciclotímica, es un rasgo de mi carácter, y el hecho de que me juegue en contra a veces no me tira para abajo siempre, no me deprime, sé que es parte de quién soy y en estos momentos, créanme, me encanta ser yo.

7 de febrero de 2011

Back again.

No puedo creer que ya estoy acá, carajo. Es decir, no es que haya dejado de estar de vacaciones pero no es lo mismo estar en casa, con la pc, la alienación y las boludeces diarias de las que me había olvidado completamente hace cuatro horas. Sin contar que ya no cuentan esos 100 kilómetros de distancia de la renombrada horda de pelotudos que no sólo se aplica en el sentido literal de la expresión sino que perdió toda entidad durante 96 horas. Fuck yeah.
Casi siento las secuelas vacacionales, por ejemplo en el hecho de darme cuenta de que inconscientemente me estoy preparando para salir por quinto día consecutivo cuando ni en pedo va a ser así y voy a dormir 50 horas. Quizás cuando me levante tenga ganas de relatar mis andanzas por las tierras neco chenses. Por el momento, me voy a la mierda (:
Au revoir.

2 de febrero de 2011

Tal vez tengo la respuesta, pero no cambia nada.
Tal vez las cosas no son tan malas como parecen,
o no lo serían si pudiera mirarlas de otra manera.
Me gustaría poder recordarte con una sonrisa que perdurase
y no se borrara ante la siguiente oleada de memoria.
Me gustaría poder recordarte y no desear jamás el olvido para lo que (jamás) fuimos.
No quisiera que todo se desvaneciera en el aire y se consumiera lentamente,
no quisiera vernos inmersos entre el alquitrán de los días,
no quisiera que el tiempo nos fumara lentamente,
ni que viéramos como todo queda atrás,
como todo se convierte en cenizas ante nuestros ojos.

1 de febrero de 2011

Ashamed.

I know there's something that you're dying to tell me. I hope it's not about it in case you love me. Make sure no one finds out. Tell me all about it, don't keep it to yourself because I can't bear the thought. I never needed your cry; I know you love me. It doesn't matter because I'm in control. I know that you're ashamed, so emotional it kills you. Don't you know that you're ashamed? So emotional it kills you. 
There's always something that makes you guilty, there's still something that you're dying to tell me. Make sure no one finds out. Tell me all about it, don't keep it to yourself because I can't bear the thought. I never needed your cry; I know you love me. It doesn't matter because I'm in control. I know that you're ashamed, so emotional it kills you. Don't you know that you're ashamed? So emotional it kills you.


5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...