2 de julio de 2013

03III13

Somos la energía que palpita de espaldas al poder, 
la luz que resplandece en la esencia de la oscuridad.
La verdad, que es el cinismo, que es la locura en una realidad sin sentido.
Somos el ardor del fuego pero no la destrucción que provoca,
somos la frescura del viento pero no el huracán.
Nos alimentamos del cielo, 
nos educamos con la música del hombre y del universo.
Crecemos con cada palabra, vivimos un poco más en cada voz.
Amamos la vida, la muerte y cada partícula de la tierra por lo que es
y no por su utilidad.
Nos sostenemos mutuamente para caminar,
siempre hacia adelante, siempre hacia arriba.
Aquello que nos define es lo que le damos al mundo
y no
lo que el mundo nos da a nosotros.

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...