Imágenes que se amontonan, reminiscencias del pasado, todo gira;
La contradicción en sí misma, por sí misma,
la dicotomía, el delirio, mi objetividad abstraída, encerrándome.
Ya no puedo escuchar palabras que no sé decir,
ya no caigo, no hay un lugar, no hay un tiempo,
no hay vacío que pueda llenar tocando fondo.
Mis sentidos y su letargo, mi percepción que estalla.
Cada noche de insomnio, cada sueño inconcluso,
cada futuro estancado, cada sombra de ayer,
todos los minutos que se borran, se desvanecen,
como si jamás hubiesen existido.
Y tu nombre como un eco resonante en las cenizas,
y mi sangre llena del humo que jamás pudo limpiar
una sola gota del veneno putrefacto que acumulo en mi garganta.
Todo gira y se pervierte, todo lo que soy se desmorona,
todos los cimientos de mi jardín se convierten en una tumba.
No sé a dónde se fueron las esquirlas de mi espíritu,
no entiendo en qué estamos convirtiéndonos,
no entiendo dónde voy a llegar haciendo una tras otra implosión.
No sé cómo volver a encendernos, no sé por qué todo se desintegra.
No sé cómo desatar el caos que me devuelva al centro.
No sé por qué todo sigue girando.
