20 de agosto de 2014

20VIII14

Me disuelvo en la claridad, la intelección, el caudal;
Me unifico en la locura, la que soy,
no la catalogada en el manual pusilánime de la involución.
La locura es no poder dormir hasta no lograr conciliar las contracaras,
y no poder despertar por perderme en mis polos,
donde la peor pesadilla es la mejor realidad
donde lo esencial se fragmenta y autodestruye
y reaparece en vigilia homogéneo, dicotómico y riéndose
resonando en su contradicción, midiendo fuerzas.
La locura es la dualidad que se resuelve con los tres o ninguno
La locura es la percepción caótica
de una corriente infinita de espirales opuestos
y es también el entendimiento, de que uno mismo es esa corriente.
Es ella y su contrario, existe y no. Es un concepto ilusorio,
una categoría fantasmagórica que nos aleja para que podamos acercarnos.
La locura soy yo en el mundo, sos vos creando tu realidad,
son ellos rehuyéndola.
La locura es un juego mental que se trasmuta en luz y oscuridad,
en simétrico y asimétrico, en música y en dolor, en instrumento y artífice,
junta y separa, construye y deconstruye
Se solidifica, se erosiona, se desvanece, se reconfigura.
Decir Tiempo es locura.
Decir Realidad es locura.
Decir Yo es locura.
Decir Mente es locura.
Decir locura es en última instancia saber que se existe y se proyecta,
y eso es ilimitado porque no tiene sentido.
Qué límite tiene la mente, si ella misma es su capacidad de crear
Qué cosa es esta
que habla a través de mí
y me lleva siempre al mismo lugar.

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...