de decir,
todo lo que se revuelve detrás de mis párpados
ideas reminiscencias y sensaciones
que a veces son performativas de mi identidad
a veces la destruyen
a veces la hacen auto-observarse
para dar paso a la creación.
Sobre todo reminiscencias.
No hay escapatoria al océano infinito de mi memoria
que se actualiza y se sobreescribe
todo el tiempo todos los días.
No hay forma de ignorar
lo que veo lo que intuyo lo que mastico en mi cabeza
una y otra y otra vez
que se ahoga en mis silencios
y se pervierte en mis incertidumbres.
Leí por ahí que la pregunta por la causa es ridícula
y lo acepto.
Leí en el mismo lugar que el sustrato de la comunicación
es el cómo, y el ahora.
Y lo acepto, honestamente y con voluntad
aunque no tenga
ni la más mínima idea
de cómo llevarlo a la práctica.
