20 de febrero de 2011

Cumplís otro año más y la verdad es que ya no me pone tan contenta como antes. Me hace pensar que nada, ni nadie en este caso es eterno y no, no me gusta. Me acuerdo cuando te conocí, me acuerdo de nuestro primer viaje juntas. Me acuerdo del momento en el que llegamos a casa y entraste sabiendo que ese era tu lugar. Crecí con vos y vos conmigo. Y siempre, siempre estuviste ahí. Siempre me acompañaste, sé que siempre me entendiste y siempre me sacaste una sonrisa en mis peores momentos, ésos en los que no había nadie más que vos. Aprendimos a hablar el mismo idioma. A entendernos. A necesitarnos. A saber qué le pasaba a la otra solamente con una mirada.
Ya sé que obviamente no vas a leer esto jamás, no creo que sepas siquiera qué es una computadora. Pero gracias. Gracias por aparecer en mi vida y dejarme ser parte de la tuya. Gracias por acompañarme todo este tiempo, gracias por hacer que no me sienta tan sola, gracias por ser mi amiga, mi hermana, mi compañera. Gracias por todo. Gracias por estos diez años que cumplís hoy, y gracias por los muchos años que nos quedan por recorrer.
Feliz cumpleaños! Te quiero con el alma, Pampa.

1 comentario:

Daiana dijo...

Dos cosas:
Tu perra no se puede llamar pampa, la perra de cierto chico histerico, lindo y con el pelo beatle se llama pampa, y es una TERRIBLE casualidad.
La segunda, ''Aprendimos a hablar el mismo idioma'' Amiga, perdon pero me la dejas servida para decirte que es por que las dos son unas perras.
Te quiero <3

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...