16 de febrero de 2014

16II14

Trazo las líneas, siempre lo hice, en espirales y curvas y tangentes. Nunca en rectas, ni en ángulos, esos no son reales. Y ahora no entiendo dónde estamos. Es una pregunta en un sentido literal y figurado que solamente yo entiendo, creo. No estamos en donde nos dicen, no estamos donde queremos, no estamos donde hacemos. Yo veo esa línea que hace que pueda encontrarme a mí y a ustedes, pero no entiendo qué es lo que atraviesa. En sentido figurado. Y no entiendo por qué sigue existiendo, en sentido literal.
No estamos ahí, donde tampoco queremos, entre todos esos exégetas de telenovelas, hipócritas cósmicos, ni orbitando el eje de una pantalla, ni durmiendo mientras estamos despiertos. Pero no entiendo por qué sigue existiendo la línea. Aunque no tengan sentido las distancias ni la separación, si yo no hablo del mundo.
Estás, están ahí, al abrigo del centro, emborrachados en sus rayos, vibrando sus rayos, reproduciendo sus rayos, deambulando en sus rayos, 
respirando sus rayos, resistiendo sus rayos y sonríen.
Y acá, en mi mente tormentosa, con sus ráfagas arrasadoras, sus mares encrespados, sus noches eternas, su escarcha cotidiana, 
acá siempre es invierno.

No hay comentarios:

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...