3 de septiembre de 2012



Voy a desligar las tibias de este diábolo sombrío, 
que hay veces que no se acuerda de que sigo siendo un niño,
y sé que no habrá sedales cuando te hiera mi ausencia, 
ojalá me quieras libre, ojalá me quieras.
Yo te querré deshecho, te querré en la roca viva,
te querré en todos los versos que no quieran tus pupilas,
yo te querré en la acequia, te querré en la cumbre fría,
te querré cuando el fantasma de tu voz venga a por mí.





  Gracias. Perdón. En serio.


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