11 de junio de 2011

Te extraño, idiota. No parece, ya lo sé. Ponele que de alguna manera sé que es un tanto estúpido teniendo en cuenta mi nula capacidad de decir las cosas. Pero eras mi mejor amigo, yo te consideraba como tal y realmente sabía que, otra vez, más allá de mi nula capacidad de decir las cosas, podía hablar con vos. De cualquier cosa. Y sigue siendo raro, raro y horrible pensar que ya no puedo hacerlo, no tener ganas ni de saludarte en ocasiones y ni siquiera tener de qué hablar cuando sí lo hago.
Te juro que extraño todo, las boludeces, y las no boludeces, y mis sermones para que estudies, y tus ocurrencias onda 'SOPERMI' en medio de un contingente de viejas careta saliendo de una tarde de té del hotel Iruña, y las excursiones a tomar mate y no decir nada coherente en horas, y tus mensajes random con planes para salir a hacer nada de a muchos en vez de solos, y tu respuesta 'lo que vos quieras' cuando te contestaba 'dale, qué hacemos?', y tus chistes insufribles y repetitivos, y tus acuchis, y tus ataques de indignación en las elecciones, y tu adicción a Family guy, y tus sesiones de recitado del bananero, y pelearnos en clases de lógica porque jamás ibas a dar el brazo a torcer (ni yo tampoco), y reírme de tu pelo amarillo fosforescente, y las idas a lo más pancho a que me tortures y no me dejes cenar, y tus acompañadas a la parada del 43 aunque jamás fuera a venir, y todo todo todo lo que en esos momentos parecía lo más normal del mundo y ahora se transforma en una especie de nostalgia retrospectiva o en algo casi cercano al enojo en ocasiones.
Qué se yo, a veces también pienso que por ahí me conformé pensando que vos fuiste un reverendo pelotudo pero cuando lo sigo pensando también me parece que si yo no fuera tan jodida, podría haberte entendido de otra manera y no haberme guiado por lo fácil y no pensar lo que no puedo evitar pensar que es básicamente que sos boludo, boludísimo. Y que tu agenda no te permite leer esto y entender qué tan importante eras, sos. Espero, no sé, qué maduremos o poder librarme de toda esta mierda de forra resentida con el mundo y poder ir y darte un abrazo y decirte que te quiero una banda y dejarte hacer lo que se te cante el orto con una de esas sonrisas comprensivas de 'a los amigos se los acepta como son'.

Prometo intentar volver a lo de antes, aunque sea un poquito. Por los viejos tiempos brother.

No hay comentarios:

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...