11 de febrero de 2011

Sé que me cuentan los días, los abrazos sin hallarte, y me recuesto en el suelo y se me eriza el pelo en sólo recordarte. Que mi almohada está llena de cuando no estabas, de canciones que nunca cantabas, de todo, de nada, de besos de esos que nunca me dabas. Y de un tiempo a esta parte decido soñarte, embrear mi camino con lodo, y cagándome en todo volar, y ya ves, despierto como me acosté.

No hay comentarios:

5VIII20

Cartografiar el vínculo reclama deconstruir la noción que se oculta en el verbo tener. Vínculo como categoría supraordenada a yo a la s y la...